Decidí esperarte
Esto lo publico hoy... pero lo escribí en septiembre... y aun espero...
Decidí esperarte…
Decidí esperarte,
la idea de que llegues me llena de vida.
Decidí respetar tus extravíos y tus búsquedas,
tus asfixias y tus dolores.
Decidí despertarme cada día y vestirme para ti,
tomarme un primer café pensándote, y un segundo café
también pensándote.
Decidí llegar al mediodía e imaginar que tal vez llegaste,
y si no has llegado, almorzar con la ilusión de que toques la puerta…
Decidí entrar a casa alegre en la noche,
cargando las ilusiones de mi día, y regalártelas si estás en mi habitación…
pero si aun no has llegado sembrarlas,
que florezcan y se llenen de aromas y colores para cuando llegues…
Decidí acostarme cada noche como si fuera nuestra mejor noche,
Tal vez llegues mientras duerma, y te escurras entre mis sábanas y me abraces,
y me hagas el amor, sin decir una palabra, sólo sintiendo que llegaste a tu casa, que es mi cuerpo.
Decidí que si me despierto y aun no llegas,
me volveré a vestir de fiesta para encontrarme con el día,
y seguir recogiendo ilusiones que me llenen la vida de contenidos,
que pueda regalarte cuando llegues.
Decidí pasar cada día y cada noche así, soñándote y esperándote…
Y si la vida pasa y me vienen a buscar, y tú aún no llegas,
Decidí marcharme para seguir esperándote a donde vaya…
Gustavo León / sep 2009
Decidí esperarte…
Decidí esperarte,
la idea de que llegues me llena de vida.
Decidí respetar tus extravíos y tus búsquedas,
tus asfixias y tus dolores.
Decidí despertarme cada día y vestirme para ti,
tomarme un primer café pensándote, y un segundo café
también pensándote.
Decidí llegar al mediodía e imaginar que tal vez llegaste,
y si no has llegado, almorzar con la ilusión de que toques la puerta…
Decidí entrar a casa alegre en la noche,
cargando las ilusiones de mi día, y regalártelas si estás en mi habitación…
pero si aun no has llegado sembrarlas,
que florezcan y se llenen de aromas y colores para cuando llegues…
Decidí acostarme cada noche como si fuera nuestra mejor noche,
Tal vez llegues mientras duerma, y te escurras entre mis sábanas y me abraces,
y me hagas el amor, sin decir una palabra, sólo sintiendo que llegaste a tu casa, que es mi cuerpo.
Decidí que si me despierto y aun no llegas,
me volveré a vestir de fiesta para encontrarme con el día,
y seguir recogiendo ilusiones que me llenen la vida de contenidos,
que pueda regalarte cuando llegues.
Decidí pasar cada día y cada noche así, soñándote y esperándote…
Y si la vida pasa y me vienen a buscar, y tú aún no llegas,
Decidí marcharme para seguir esperándote a donde vaya…
Gustavo León / sep 2009
Uno de esos poemas que lees y parece que lo hubiese escrito yo jejejeje
ResponderEliminarQue caprichoso es EL CORAZÓN y que sinvergüenza es LA ESPERANZA que no conoce de razón ni de juicios.
Los sueños se entretejen con hilos de Esperanzas.
La alegria desborda de emociones y la Soledad se escapa rauda por la ventana mientras se cuela el Amor en una brisa fugaz y mañanera...
Hermoso tu escrito Gustavo mientras mas se lee mas laten los sentimientos.